El EMS es seguro y ha sido utilizado durante décadas por médicos, osteópatas y quiroprácticos, cumpliendo siempre
con las regulaciones de la FDA. Solo recientemente ha comenzado a ganar terreno en el ámbito del fitness.
Casi cualquier persona puede usar el entrenamiento EMS; sin embargo, si tienes una condición de salud que te impide participar
en deportes convencionales, te recomendamos consultar con tu médico antes de comenzar. Lamentablemente, las personas con
marcapasos, trastornos circulatorios, en embarazo o con metal en el cuerpo no son elegibles para el entrenamiento EMS.